Ser mamá es tan maravilloso como demandante. Desde que te levantas vas organizando a tu paso, alistas a los chicos para el colegio, haces el desayuno, preparas el café, atiendes a la mascota, limpias, y si trabajas, revisas tus pendientes, haces llamadas, etc. y así comienza tu maratónica jornada. ¡Al llegar la noche estás agotada! Y también con una carga de estrés importante.

 

Una buena idea para evitar que esta carga te afecte emocionalmente o en la relación con tu familia, es pedir ayuda a todos y organizarse para colaborar cada uno con algo. Lo difícil algunas veces es lograr ser asertiva y pedir exactamente lo que necesitas. Para que se te facilite y empieces a hacer este cambio en tu rutina, puedes empezar con estos pasos generales e ir agregando poco a poco lo que más te funcione.

– Explícales cuáles son tus tareas diarias. Puedes hacer un calendario semanal y así cada uno podrá diariamente hacerse cargo de alguna de estas. Verás cómo hacerlo te dará un respiro. Ten en mente la personalidad y capacidades de cada uno para guiarlos a escoger.

– Pídeles a tus hijos que mantengan su habitación limpia. Hacerlos responsables de su área te restará muchas tareas y además los niños formarán el hábito del orden y ganarán autonomía.

– Si tienen una mascota, enséñales con exactitud cómo es el cuidado y alimentación para que alternen entre todos esa responsabilidad. Toma en cuenta la edad de cada uno.

– Aunque el objetivo no es que tu familia se sienta culpable, sí es importante que sepan que te cansas y que muchas veces es estresante. Demostrarles siempre que eres una súper mamá y que puedes con todo, al final no será bueno para nadie.

– Reúne a tu familia y explícales que necesitas tener un día de descanso en la semana y organicen las tareas para que ese día lo puedas usar para ti.

– Algo muy importante es que les pidas constancia con la labor. Que la ayuda no sea solo al comienzo por la buena intención que puedan tener, sino que sea frecuente, finalmente las tareas la casa jamás terminan.

 

Más que la ayuda, hacer esta distribución de tareas también será un pretexto para compartir más y desarrollar la empatía en tu familia. Así que mamá, no hagas todo tú sola, pide ayuda y delega en los demás para que el cansancio no termine contigo y con tu paciencia.

 

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