En la adolescencia pareciera que aquellos niños de los que nos hemos enamorado perdidamente, se van de vacaciones a un lugar lejano, y nos queda un reemplazo desconocido al que no logramos entender del todo. Empieza una etapa conflictiva, la cual resulta tan desconcertante y difícil de manejar para ellos que la viven, como para los padres, que la padecen junto a ellos.

 

Los chicos han empezado a tomar vuelo, sus pensamientos y emociones, su cabeza y su corazón, se han convertido en una caja de inseguridades, incertidumbres y contradicciones. Muchas veces reaccionan de forma impredecible, se muestran enojados, se oponen a todo -y a casi todos- y comunican poco, pero, aunque en su interior no saben quiénes son, ni lo que quieren, solo intentan encontrar la estabilidad e independencia de la que carecen.

 

Pero no todo es negativo, ni el hogar debe convertirse en un campo de batalla. Aun con todos estos cambios, la adolescencia es una etapa que puede aportar mucho y permite a los chicos descubrir todas sus fortalezas, y a los papás vivir de cerca la generosidad, el idealismo y el enorme interés por lo que es justo y correcto, que solo los adolescentes tienen.

 

Hay ciertas acciones que facilitan este camino, y estas tres son clave para salir victoriosos y ayudarles a convertirse en adultos responsables y equilibrados:

 

  1. Evita adoptar posiciones extremas

Olvídate de la prohibición total, la protección excesiva, o de la tentadora obsesión por saber todo lo que hace tu hijo. Es mejor irte por la flexibilidad, la tolerancia y la inteligencia.

 

  1. Establece normas

Aunque le des cierta libertad y autonomía, las reglas y la rutina ayudan a establecer la estructura que el adolescente necesita. Sin embargo, permite cierta negociación al establecer las normas, evita presionarle y no crees expectativas demasiado altas que no pueda alcanzar. El fracaso es parte del aprendizaje, y el “castigo”, en caso de comportamientos inadecuados, debe ser razonable y constructivo.

 

  1. Busca fomentar el razonamiento y la lógica

Aunque los cambios físicos en los adolescentes son notables, la capacidad de tomar decisiones y actuar con lógica y responsabilidad todavía no han madurado. Por eso es importante guiarlos, y buscar situaciones en las que desarrollen el pensamiento razonado y crítico y el respeto mutuo. Esto ayuda a afrontar las transformaciones cognitivas que está experimentando y a desarrollar las estrategias intelectuales que exige la edad adulta.

 

Aunque no será sencillo, estas tres pautas te darán más seguridad. No olvides que la adolescencia es solo un proceso transitorio de construcción personal y que ahora tu adolescente solo se refugia en una armadura que le da seguridad ante un mundo adulto que considera amenazante. Tu paciencia y cariño son importantes, y cuando no sepas que hacer, solo abrázalos.

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