Uno de los consejos que escuchamos frecuentemente cuando somos papás es que debemos trabajar por construir una buena comunicación con nuestros hijos, pero aunque no debería suponer un reto tan grande, la verdad es que no es tan sencillo lograrlo. Muchas cosas influyen, desde la edad de los niños y la etapa por la que estén pasando, hasta la rutina del día a día.

 

Por supuesto al lograrlo los beneficios serán enormes y habremos conseguido que la relación con ellos sea sana y fuerte, sobre todo al llegar la adolescencia… ¿La mejor manera de hacerlo? Empieza por prestarles atención siempre que sea posible y pon en práctica estos tips que te harán más sencilla la tarea:

 

Tómate el tiempo para compartir con ellos en algún momento del día, incluso si tus días son muy ocupados. Puede ser muy efectiva también la comunicación lateral, esa que se da mientras van en el carro, cocinan o hacen alguna actividad, ya que mejora la fluidez de la conversación.

 

Procura hacer por lo menos una comida al día juntos y sentados en la mesa. Ideal si se deshacen de la tele y los celulares.

 

Si tienes más de un hijo, dale su espacio a cada uno. Haz por lo menos una actividad cada cierto tiempo en la que sean solo tú y él para darle su propio tiempo y la oportunidad de crear memorias y complicidad.

 

Anímalos a dar su opinión en casa. Aunque algunas veces estas no aporten una solución real a un problema o no sean ideas viables, es importante no tener una reacción negativa. Todas sus ideas deberían ser bienvenidas, simplemente porque son suyas. Además, esto le aportará seguridad para hacer valer su opinión en otros ambientes fuera de su círculo seguro.

 

Cuéntales cómo te ha ido en el día. Así como les preguntas a ellos, cuéntales tú lo que has hecho en casa o en el trabajo, y hazles ver que sus comentarios e ideas al respecto importan. Incluso puedes pedirles un consejo o sugerencias de cómo resolver algo.

 

Cuando surja una discusión con otro niño, escucha siempre su lado de la historia. Recuerda que los niños algunas veces tienen motivos que no vemos de inmediato y es mejor conocer el porqué de su comportamiento.

 

No los presiones si no quieren hablar, ya llegará el momento adecuado. Ten paciencia.

 

Además de estos tips es importante recordar que se debe prestar atención a lo que los padres expresamos físicamente cuando hablamos, y fomentar una comunicación no verbal que deje claro a los chicos que les estamos escuchando con atención e interés.

 

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